domingo, 1 de marzo de 2009

Bye, Pepe



Dicen los entendidos que es más complicado hacer reir que llorar. De lo que deduzco que hacer llorar de risa es cosa de privilegiados. Uno no se prodiga mucho en ataques de risa "provocados", de esos que te dejan agotado y con lágrimas en los ojos, pero uno de los más directos responsables de los de los últimos tiempos ha sido Pepe Rubianes.

Ácido, irónico, provocador, con una de las carcajadas más contagiosas: humorista. Polémico como el sólo, pero con esa mirada de "Este tiene pinta de buena gente". Aún habrá "sujetos" que se alegren de su pérdida únicamente por diferencias de ideología, a ellos, como diría el maestro Pepe: Iros a cagar a la playa.

El cáncer se ha llevado a un gran humorista, pero algún día, la risa ganará la batalla.

P.D. ¿Que por qué escribo esto si ni siquiera le conocía? Pues sencillo: porque me ha hecho reir y sonreir. Suficiente y necesario.

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