miércoles, 28 de enero de 2009

Deseo mágico


"¿Un deseo imposible? Daría mi vida-bueno, mejor la de ese señor que acaba de pasar por ahí, que a la mía le tengo mucho afecto-por conseguir que de todas las pistolas del mundo, de repente, sólo salieran chorros de agua. Pero que fueran chorros flojitos, no vayamos a dejar tuerto a alguien."

Juan Tamariz. Mago y genio (Chananianananianaaa) (en Squire)


martes, 20 de enero de 2009

Comunicado Anónimo

Recientemente ha llegado a nuestra redacción en Central Park (no el parque newyorquino, sino el almacén de un bar de tapas del barrio que debe su nombre a que, a través del mismo, "s'entra-al-park"ing de un conocido centro comercial) un comunicado urgente que nos incumbe a prácticamente la totalidad de bloggers, facebookeros, y un gran etcétera. Pasamos a transcribirlo íntegramente a contiunación.

Señoras y señores, damas y caballeros, jóvenes y jóvanas, este comunicado va dirigido a todos aquellos que ponen frases ingeniosas que leen en algún libro, ven por internet u oyen por radio o televisión haciendo uso ilimitado, gratuito y libertino de una propiedad privada como es la obra creativa de un servidor.

Con este comunicado quiero dejar patente que las frases, reflexiones, canciones, letras populares, dichos populares y refranes, obras pictóricas y teatrales etc. que, a lo largo de la historia, han sido firmadas bajo el nombre "Anónimo" no son obras de autoría desconocida. Están escritas o bién por mi progenitor o por mí. Por algún error administrativo se ha asumido que "Anónimo" no es un nombre personal y que únicamente significa que se desconoce la autoría de la obra. No es así. Ante ustedes se presenta el responsable de frases tan históricas como "Quién a buen árbol se arrima, que ciento volando" y una colección de obras de puro ingenio y creatividad de las cuales ustedes llevan haciendo uso ilimitado violando sin piedad los derechos de autor poniéndolas en sus blogs, nicks del messenger, fotologs, myspace y todas las cosas estas que hace la juventud de hoy en día.

Estoy cansado de que se aprovechen de mí sólo por no tener la personalidad suficiente como para superar el lastre de las connotaciones de mi nombre, las cuales me han acompañado a lo largo de toda mi vida en cualquier situación académica o cotidiana. Me han negado créditos bancarios porque para concederlos necesitan el nombre de una persona física y no consideraban "Anónimo" como tal. También he tenido problemas con el seguro del coche. Hace escasos meses accidentalmente choqué en una carretera secundaria con una oveja. Cuando hicimos el parte del seguro (el coche de la oveja había tenido un pequeño golpe en la parte trasera) ésta creyó que no quería darle mis datos y llamó a la policía. Haciendo que llegara tarde a mi reunión de celebridades pensadoras. Paquirrín y George W. se enfadaron y empezaron la cena sin mí.

Así pues, cansado de que me tomen el pelo, he decidido emprender medidas legales. Con la presente misiva informo a todo/as aquellos que hacen uso de mis genialidades y mi creatividad de forma libertina y descarada que, próximamente recibirán una llamada de mi abogado. Se preguntarán ¿cómo sé que han usado una de mis obras? Aprovecho la coyuntura para informarles de que han sido seguidos por un equipo de investigadores secretos ultraprofesionales de alto standing vestidos con trajes de Heidi para tal fin.

Señor@s, nos vemos en los juzgados. Sólo recordarles, en último término, que queda prohibído utilizar para su oficio o beneficio cualquier frase que un servidor haya utilizado en este comunicado, que nos conocemos.

Atentamente,
Anónimo








miércoles, 14 de enero de 2009

Humor monjil

Si. Además de hacer pastelitos y cosas así, las monjas tienen sentido del humor. Estas navidades en un programa de tv que no recuerdo vi a una de ellas contando un chiste (sobre Dios, por supuesto). No me hago responsable del éxito del mismo. Y si funciona, ya sabeis, es por gracia divina. (Si os imaginais a Whoopi G. contándolo, probablemente parezca más gracioso).


A un señor en bata y con zapatillas de estar por casa se le aparece Dios. El hombre, hambriento de curiosidad, y de hambre, empieza ha hablar con él:

- Señor, para usted ¿cuánto suponen 10.000.000 millones de años?
- Hijo, para mi eso es como un minuto.
- Señor, y para usted, ¿cuánto suponen 10.000.000.000 millones de euros?
-Hijo, para mi eso es como si fuera un céntimo.
-¿Me da un céntimo?
- Por supuesto, espera un minuto.