jueves, 20 de noviembre de 2008

Joel

Cuando Joel despertó esa mañana de lunes, algo increíble había pasado. Incomprensiblemente, había amanecido con las uñas de las manos y los pies pintadas de rojo pasión. Eso no sería extraño atendiéndo al trabajo que Joel realizaba los fines de semana por la noche en un pub transexual. Lo realmenente raro es que Joel era un calamar a la romana y no tenía ni un sólo dedo (y, por ende, ninguna uña).



La increíble historia de Joel (Microrrelato)

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